viernes, 30 de abril de 2010

naturaleza muerta

Millones de europeitos de hoy día
creemos todavía en procrear
nuestro único fin
el objetivo natural

Por qué luchar contra eso
si podemos follar
Si nadie que no lo consiga
forma parte de esta realidad

Excluimos a los débiles
como si un mundo animal
y dejamos morir de pena
a los que no quieren tragar

Hace apenas unos años
en Europa occidental
gritaban las reinas de mayo
que basta ya de dictar

Su grito no traspasó, qué desgracia,
tanto cerebro de postal
aquel que pensó y aún cree
que su vida es la normal

martes, 27 de abril de 2010

Permiso denegado

No puedes quererme. No puedo dejarte.
No quiero dañarte. No quiero perderte.

No sé qué quiero más:
aunque si no es a tí, quizás, será a mí...

Porque tengo miedo de arriesgarme
a tener que inventar mi presente
si al acostarme contigo cada noche
destrozas mis certezas, o mis disfraces.

domingo, 18 de abril de 2010

injusticia 01

Reducido a cuatro puntos
y sus alas recortadas con mal gusto
limitado a vender su cuerpo
para ser feliz.

Se despierta con pasión
y se duerme entre sollozos,
sólo puede aguantar
nada más,
y resistir, aguantando.

Cabe esperar la sorpresa,
las que le mantienen en vida,
solo que, muchas veces, son dosificadas en cuentagotas,
bajo el poder de un farmacéutico irreverente, fascista y cruel.

Pero en los sueños las alas se despliegan,
siempre lo hacen,
y consigue llegar volando a un mundo mejor,
ese mundo que debería estar al alcance de todos los que allí quieran llegar
los que resisten,
y los que aguantan.
A los que todavía les sangra la injusticia.

viernes, 16 de abril de 2010

El científico complaciente

Después de la II Guerra Mundial nadie que usara la cabeza quería ser utilizado para exterminio, o en pequeña escala, injusticia alguna. Se revolvieron en sus centros de investigación y, con apoyo de unas masas estudiantiles en número nunca visto, se levantaron en adoquines a las autoridades académicas y sociales. Les dieron parte de lo que pedían. A muchos los reclutaron y, de esta manera tan lógica y fácil, les callaron la boca. Todo siguió igual, a la vista de los problemas que la ciencia tiene hoy en día, si se rasca en su superficie: mucha precariedad e inseguridad laboral, caldo de arrogancia, dependencia total hacia intereses poco democráticos, escasa transparencia, etc. En España todo esto llegó más tarde, como todo. Eso sí, las tácticas disuasorias fueron las mismas al acabar la dictadura. Hoy aquellos que gritaban que todo el sistema científico era injusto son los que siembran injusticia sin remordimiento alguno, al menos, aparentemente. Nos hicieron creer que la protesta social iba encaminada a un sistema más justo, y no a que sólo ellos eran los que debían heredar los métodos que las anteriores generaciones se negaban a traspasar. ¡Malditos bastardos!

viernes, 9 de abril de 2010

¡Aliote, Aliote...

...los fascistas que no voten!
Esto era lo que se cantaba en Calatayud en 1976 en un recital de canción aragonesa (recogido por los servicios de información de la Guardia Civil franquista, quienes entre canción y canción, y quien sabe si entre cerveza y cerveza, o entre cacheo y cacheo, tomaba nota)
Pero los fascistan votaron, formaron partidos y ganaron hasta elecciones.
Fin de la historia.
¿Qué hacemos ahora...?