lunes, 3 de abril de 2017

Me gustaría poner música a un desengaño;
pero resulta tan triste que, a veces, lo recubre de esperanza,
de anhelo y de venganza.
Con lo fácil que es bailar la injusticia, resistir al oprobio y parodiar al deshonesto.
Poner fin a un amor que apenas tuvo tiempo de empezar,
por prisa de obtener lo metido, engaña hasta al más materialista postmoderno.
No es posible aceptar la derrota,
cuando nada, cuando todo se acaba.

Boxeos y perdidas

Ya somos viejos
nunca fuimos jóvenes
no más que una espera
para poder decirnos, ahora ya no.

Y así dirán siempre lo mismo
Y los mismos se dirán que siempre fue así.
Porque en el fondo se creen, que con ellos
no puede ser igual.

Pues bien, siento decirte,
que cuando te llegue el turno,
acabarás pensando esto mismo.
Ahora que eres viejo, ahora que te dicen que ya no.