domingo, 26 de octubre de 2008

FIM 2005/Garzón 2008 y así ¿hasta cuando?

Nacimos de las tierras yermas
el abonos nos lo buscamos nosotros
nadie vendrá a regarnos las raíces
del olvido hicimos nuestros sueños
entre las ruinas levantamos la voz
de aquellas fosas que entre ruinas
gritaban el silencio acribillado
a balazos, y que después enterraron
aquel libro se escribió para callarlos
resurgieron y mostraron su legado
amasijos de huesos perforados
abono natural desamparado
en las ruinas leemos sus lamentos
del libro que hoy calla aquel silencio
donde el homicidio forró sus costados
las ruinas piden, sin embargo, que al culpable
se le niegue sin reparo
que no vuelva aquel cabrón
disimulando

domingo, 12 de octubre de 2008

debieron dejarnos pensar nuestro futuro o ¡vaya mierda de democracia!

Las palabras de Orham Pamuk en Babelia, me han echo plantearme muchas cosas. Dice, o dijo más bien, que a veces pensaba que en el último siglo la literatura modernista y optimista, sean tanto republicanista, ilustrada y laica como socialista igualitaria, ha perdido de vista el espíritu de los que ocurría en las calles de Estambul y en sus propias casas por tener la mirada demasiado puesta en el futuro [1]. Si esto fuera sólo cierto para Turquía tendríamos que celebrarlo. Pero mucho me temo que no es así. Y, esta afirmación, nos llevaría a plantearnos por qué determinadas ideologías -¿y cuando esto ocurre?- tienen la mirada tan puesta en el futuro que les impide comprender la realidad.

Para el caso español, durante la Transición, podríamos hacerle esta pregunta o preguntársela a los que la hicieron, la transición, no la pregunta. ¿En qué futuro estaban pensando? ¿En el que tenemos ahora? Socialistas igualitarios, republicanos, ilustrados, laicos, etc. que pactaron y legitimaron con el franquismo lo que estaban haciendo. Y, más aún, le dieron categoría de constitución política, nada menos.

Analizar esto daría para un ensayo, quizás en él, no sólo analizaremos eso sino la idea humana de prevalecer el futuro imaginado sobre el presente vivido. El cristianismo tendrá mucha culpa de este tipo de engranajes mentales, con eso de pensar en un más allá paradisiaco. También los cruzados medievales, los libertadores, misioneros y civilizadores, también llamados conquistadores -en función de quién y desde dónde habla- de la época moderna posterior a los reyes nada menos que católicos. Los que se llevarían la palma, serían esos fervores ingenieriles de principios del siglo pasado situados en un progreso casi fantástico o futurista. Casualidad que durante este primer tercio se desarrolló vivamente este tipo de literatura del más allá.

Pero quisiera entrar a discutir en lo que a mí me preocupa, y que desgraciadamente no me ocupa -gracias a ¡hijos de puta! de Alviras y familia-, esos sueños y futuros imaginados y buscados de la sociedad -toda- del Franquismo y de la Transición, y en la obligada herencia que esa generación que es la de nuestras madres y padres nos han inculcado, educado, sentimentalizado pero apenas explicado. Analizar esos futuros y la no realización de muchos de ellos, casi claudicados antes de poderlos poner en práctica, nos daría muchas clave para comprender los problemas de mi generación. Una generación que apenas tiene nada. Por no tener, no tiene ni futuro desde los años noventa. Mientras que los que tuvieron fueron, precisamente, nuestros mama-papas, o muchos de ellos. No tenemos casa, no tenemos trabajo fijo, no tenemos vacaciones, no tenemos contrato, no tenemos derecho a quedarnos en el sitio que elijamos -estamos condenados a errar de aquí para allá en busca del lugar que nos permita mantener el nivel de vida y no perderlo, y digo mantener y no aumentar-, tampoco tenemos relaciones estables, los mismos vecinos, los mismos amigos, los mismos conciudadanos, etc -y esto, afortunadamente, claro que tiene aspectos positivos, muy positivos-. Todo cambia sin que podamos elegirlo. Este es el problema, y no los hechos en sí. Pero lo peor no es esto que he descrito, sino que no tenemos la capacidad de imaginar y llevar nuestros sueños a la práctica. Los mayores que se decían socialistas, sindicalistas, laicos, republicanos, modernos, yeyés, etc. nos han impuesto la suya. Y, aunque vemos que no han conseguido ni la mitad -por no decir que ¡valla mierda treinta años de democracia para esto!-, seguimos viviendo de rentas.

Así las cosas, algunos nos vamos, y los que se quedan, se consuelan consumiendo.

PD: por eso se empeñan tanto en justificar lo que hicieron los transiprogres, que si libros, seriales televisivos, documentales, homenajes, discos recopilatorios, etc. etc. etc. Todo con un fin, no dejarnos soñar nuestro futuro, no dejar que levantamos la voz y gritarles a la cara ¡que vaya mierda de democracia!... que si esto es todo lo que son capaces de hacer, que nos dejen a nosotros, por favor (y digo esto en momentos donde se inyecta pasta gansa a bancos de manera injustamente proporcional a la que se están despidiendo personas que trabajan para sobrevivir).

[1] Orham PAMUK, "La memoria de Pamuj, Babelia (Suplemento literario de El País), nº 881, 11 octubre 2008, p.5

jueves, 9 de octubre de 2008

Contra los Banksters o inhibición de una nueva banda

Los bancos nos pertenecen.
Sus hipotecas ya son nuestras
y su dinero también.
En realidad, siempre lo fue.
Atracar ya no es delito.
Repartir es la ayuda que necesitamos, todos,
pero sobre todo ellos.
Hace tiempo,
al menos dos siglos, si no más,
que personas que podían no trabajar,
se empeñaban en demostrar esto.
Por activo y por pasivo.
Pero hoy no nos hace falta colocar ningún “ismo”
Mejor que no, ante las sutilezas
y sensibilidades de la población actual,
quizás para evitar guerras estúpidas
que seguidores de uno y otro lado,
como gallitos y machos que eran,
se empeñaron en realizar.
Ahora, ya tenemos el pistoletazo de salida
para tratar al banco y a la hipoteca de tú a tú.
Y decirle para que lo entienda:
Vos, ¡calmate!, que aquí, en el banco
Ahorita mando yo.

miércoles, 1 de octubre de 2008

1998-2008: Profesores uz y presidentes del iea

roban sin parar
cuando trabajan
roban sin parar
fuera de la universidad
roban sin parar
cuando están dentro
roban sin parar
en los encuentros
roban sin parar
cuando no están
roban sin parar
si van de viaje
roban si parar
cuando se van
roban sin parar
desde siempre
roban sin parar
desde el franquismo
roban sin parar
más, en socialismo
robaban sin parar
y los denunciaron
para poder robar sin parar
cuando ellos llegaron
roban sin parar
y eso no cambia
roban sin parar
ni en democracia
roban sin parar
haciendo cenas
roban sin parar
dando unas becas
roban sin parar
¡y sin contrato!
roban sin parar
no dan ni el paro
roban sin parar
noche y de día
roban sin parar
en compañía
roban sin parar
que yo ahí no entro
roban sin parar
casi no salgo
roban sin parar
pocos hay fuera
roban sin parar
que esto se pueda
roban sin parar
contar en rueda
pero ellos roban sin parar
aunque denuncien
robando sin parar
erre que erre
si paran de robar por un momento
acude la justicia
esto es cuento
que ahora se sienta cátedra
en otra palestra
para dejar que en libertad se pueda
robar sin parar,
ay ay ay ¡qué pena!