jueves, 9 de octubre de 2008

Contra los Banksters o inhibición de una nueva banda

Los bancos nos pertenecen.
Sus hipotecas ya son nuestras
y su dinero también.
En realidad, siempre lo fue.
Atracar ya no es delito.
Repartir es la ayuda que necesitamos, todos,
pero sobre todo ellos.
Hace tiempo,
al menos dos siglos, si no más,
que personas que podían no trabajar,
se empeñaban en demostrar esto.
Por activo y por pasivo.
Pero hoy no nos hace falta colocar ningún “ismo”
Mejor que no, ante las sutilezas
y sensibilidades de la población actual,
quizás para evitar guerras estúpidas
que seguidores de uno y otro lado,
como gallitos y machos que eran,
se empeñaron en realizar.
Ahora, ya tenemos el pistoletazo de salida
para tratar al banco y a la hipoteca de tú a tú.
Y decirle para que lo entienda:
Vos, ¡calmate!, que aquí, en el banco
Ahorita mando yo.

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